26 de junio de 2006

TURISTAS



Poema del Mi turista

Soy un mi turista
me gusta mucho viajar
veo todo tipo de vistas
que me encanta fotografiar.
Admiro los monumentos
son muy interesantes
y los que tienen curvas
están impresionantes.
Visito muchas ciudades
en sus museos me adentro
y me pongo muy contento
al ver sus preciosidades.
Entre visita y visita
me siento debil, no se por qué
y es que el hambre se me excita
necesito un tentenpié.
Alterno las obras artísticas
museos, iglesias y catedrales
con los paisajes naturales
y con las comidas típicas.
Y mientras disfruto como un enano
en una terraza aposentado
saboreando un granizado
canturreo la canción del verano.
Por las noches también estoy activo
y detrás de una cena de rechupete
me voy a un night club, a un cabarete
y de esta forma me motivo.
Y si por buen turista me tengo
una misión he de cumplir
entro en una tienda y me entretengo
hasta que encuentro al menos un suvenir.
Pues el lema del mi turista
es claro y salta a la vista:
Al mí turista
no hay catedral ni museo que se le resista
siempre presto a conseguir
cualquier tipo de suvenir.

15 de junio de 2006

LOS CACAENTES: 6. Se acabó con los Cacaentes


Todos lamentamos la suerte de estos entes

Después de probar la hibridación,
la abducción, la implantación,
y no digamos la enteintroducción,
el fracaso de estos entes ascendió a fracasón.
¡Ay!, si estos cacaentes no se expansionan,
ni a otros controlan y no abduccionan,
y sus genes no se interrelacionan,
hacia una segura extinción evolucionan...

Cacano otra vez: Una sala-despacho de paredes tornasoladas; una mesa oval rodeada de extrañas sillas, ocupadas por hombrecillos cabezones y presidida por uno de ellos coronado y resplandeciente.

Así es que sonó la alarma en la población
y tuvieron una muy urgente reunión,
pues ni no cambiaban su suerte
iban derechos hacia una segura muerte.

El reyezuelo, autoritario e iracundo

¡Cacaentes! Esto tiene que cambiar, pedorreteó Tupedorrimal.
Nuestros ejecutantes urge renovar
y las operaciones que han salido tan mal
por otras más efectivas hay que cambiar.

El relevo se produce

¿Qué ente entre los entes actuó garrafal?
Todos a una: 
Un auténtico animal: ¡Oxal!
¿Quién sustituye a este subnormal?
Todos a otra: 
Hay un ente cabal,
con bigote, bajito y muy cabezón
¡Demos una oportunidad a Aznal!
y nos sacará de esta augurada extinción.

Aznal, orgulloso y seguro de si mismo

¡Cacaentes! Cacano irá bien;
he conseguido elaborar un plan
que con vuestro empeño y afán
saldrá... no digo bien sino requetebién;
y nos salvaremos de una temida muerte…
siempre con un poco de suerte.

Los de Cacano, esperanzados y anhelantes

¡Oh, Aznal, caudillo bendito!
líbranos de esta zozobra.

El bigotudo, persuasivo,

Tengo un plan, os lo repito,
un gran plan, una gran obra.

arenga a los suyos y recuerda:

Entes aguerridos y valientes:
Atrás quedaron las estériles hibridaciones
y no digamos las obsoletas abducciones
que acompañadas de inútiles implantaciones,
nos hicieron quedar como entes simplones
y a veces como auténticos maricones...
y no digamos las fallidas enteintroducciones
que a esos terrestres inocentones
les hicieron huir como cabrones.

Y, con suficiencia, se explica:

Ahora es el momento de cambiar
dejando atrás los errores del pasado
pues nuestro nuevo plan no puede fallar
ya que está muy bien elaborado.

Llega ¡la transforvolución!

Asombraos buenas gentes,
alegraos nobles Cacaentes,
a partir de ahora pondremos en acción
por parejas, la transforvolución.
De esta forma, emparejados
sumaremos más las fuerzas
así los terrestres estarán más controlados
que es lo que a nosotros nos presta.
Cuando lleguemos a La Tierra
a los terrícolas estudiaremos
y por parejas nos transformaremos
en terrícolas ¿lo entendemos?
y así con ellos nos confundiremos.
¡Y al fin los controlaremos!

El ente saca pecho emocionado

A partir de ahora, a nuestros entes
no les llamarán los presentes
ni los abducentes,
ni mucho menos los introducentes...
sino los muy dignos ententes
y transforvolucientes.

Los demás están maravillados

Nunca escuchamos, oh, Aznal,
unas palabras tan sabias a un ente tan genial.

La Tierra, una vez más: Un paraje campestre y bucólico

Y dicho y hecho, se pusieron en acción
con gran entusiasmo y decisión.
Nada más aterrizar
dos entefuncionarios aguerridos
encontraron en un bucólico lugar
a un hombrecillo muy particular
rodeado de extrañas criaturas
que tenían unas blancas rizaduras
y que comían hierba sin parar.

La sobrenatural pareja, presta para la acción

He aquí a un terrestre ideal
para poner en la práctica
la revolucionaria táctica
de nuestro sin igual Aznal.
Aunque no entendemos, no señor,
la función de esos animalitos
que parecen feos cacaperritos,
pero sin gracia y con mal olor.
Digamos las palabras adecuadas
que nos permitan actuar
y de esta forma remediar
nuestra situación muy delicada:

Nuevo lema mágico

"Dos entes emparejados
serán transforvolucionados
con una fuerza suficiente
convirtiéndose en entente"

Y he aquí lo que sucedió:

La transforvolución se realizó
y el entente se formó
pero algo imprevisible ocurrió
pues el pastorcillo se asustó
ante el entente que vio:
En lugar de verse a si mismo
como era de esperar,
se vio doble y feísimo
y no supo que pensar:
 

¿Era un demonio malísimo,
o se había vuelto a emborrachar?

La reacción del terrestre:

Como era un poco bruto el zagal,
cogió un pedrusco colosal
y de la pedrada que al entente atizó
en dos medioentes le separó
y se volatilizó, es decir finalizó, se acabó.

Y un final que se veía venir…

Los otros entes estupefactos comprendieron
que La Tierra la controlaban más bien mal,
así es que nunca jamás a élla volvieron
y no se sabe si sobrevivieron
en otros lugares del espacio sideral

Por fin.... Fin. ¡¡¡buuff!!!


8 de junio de 2006

LOS CACAENTES: 5. El retorno de los Cacaentes



Cacano: Una sala-despacho de paredes tornasoladas; una mesa oval rodeada de extrañas sillas, ocupadas por hombrecillos cabezones…

Los Cacaentes tomaron una decisión,
formaron una comisión
y tuvieron una reunión
para evaluar el tema de la abducción;
y llegaron a la siguiente conclusión:
¡Había sido un fracaso de impresión!
Así es que se llevaron una gran desilusión;
pero como tenían mucha imaginación
utilizaron su gran cabezón
para tomar una determinación.
Pensaron y pensaron
y muchos días pasaron
y al fin lo encontraron:

Llega una nueva estrategia: ¡la enteintroducción!

¡Eureka, eureka, he aquí la solución!
Cambiaremos la abducción
por la enteintroducción.

A estos hombrecillos les brillan los ojillos

Cuando una víctima encontremos
con gran ímpetu nos concentraremos
y en el nos introduciremos.
¿Qué planeta elegiremos?

La sufrida Tierra tenía que ser…

La Tierra tiene mucha variedad;
muchas plantas y animales vemos
que son una preciosidad.

para los humanos poder escoger…

Y en especial hay unos bípedos
que son bastante divertidos;
con ellos hemos hecho híbridos
implantados y abducidos;
así es que los tenemos conocidos.

Estos entes toman precauciones

Ahora nos haremos invisibles, es prudente
para asegurar la operación
en lugar de los presentes
¡Seremos los introducentes!
y con el poder de nuestras mentes
lograremos esta misión.
Y dicho y hecho, al trabajo se pusieron
y en busca de terrícolas fueron.

El planeta Tierra: una aldea campestre

En La Tierra aterrizaron
y un primer incauto encontraron.

Antes de operar
han de reflexionar

Que de entre nosotros salga un voluntario
para esta primera operación.
Oxal es avezado y temerario
y tiene gran experiencia en la abducción.

¡Atención!
se ha de realizar la invocación

Para realizar tal transformación
unas palabras mágicas se invocan
que entonces te colocan
presto a ejecutar la acción:

¡Concéntrate Cacaente:
no pretendas ser presente
sino invisible introducente
y en lugar de una implantación
¡Practica la enteintroducción!

Pero el acto no salió según lo esperado…

De esta forma invocó Oxal,
tal vez con inexperiencia lo hizo,
quizá le faltó concentración,
¡Este ente es un cenizo!
y le salió mal la operación;
digo mal... ¡le salió fatal!
Tal fue su concentración
con tal fuerza y tesón,
que Oxal invisible se tornó
y en el pobre humano se metió;
pero de la impresión que le entró
sin poder parar se pedorreteó
y tanta energía empleó,
que mucho se calentó.

y surgió lo imprevisto

El pobre paria parecía
una traca incandescente,
mucho ruido emitía
a base de pedorreteos calientes;
y de forma inusitada
y llamando mucho la atención
a sus vecinos espantaba
con tanto tufo, ruido y calentón.

El fracaso flotaba en el ambiente

Oxal estaba sorprendido,
los Cacaentes desconcertados,
los terrícolas habían huido
con tanto pedorreteo concentrado.

Y los entes no tenían consuelo…

¡Oh, Cacaente presente
implantante, hibridante y abducente;
has querido ser introducente
y te has convertido en otro ente,
ente cacaliente, cacoliente y pedorrente!

1 de junio de 2006

LOS CACAENTES: 4. Poema a una abducción




La Tierra: Un terrestre anónimo, ha sido escogido por Oxal, un intrépido cacaente, y se ha comunicado con el telepáticamente, anunciando su inmediata presencia…

Plegaria


¡Oh, presencia trascendente!
Preséntate a este mortal.

Respuesta


Me presencio y me presento
¡Estás en presencia de Oxal!
Te presento este presente
muy redondo y reluciente.
Es la bola de cristal.

Con admiración y reverencia


Presento deseos ardientes
de presenciar el evento
que con ese instrumento
se va a realizar
y me va a maravillar.

Con autoridad y superioridad


Mira bien esta bola... ¡te hipnotizo!
Vengo a por ti... ¡Oh, terrestre!
Daremos un paseo celeste
en mi nave sideral;
después de haberte inmovilizado,
y a continuación examinado,
y muestras de tus esencias tomado,
te dejaré de repente postrado
en tu cama terrenal.

Lleno de estupor y de miedo

 

Donde estoy... ¡que me ha pasado!
Estoy dormido o despierto;
despierto, creo..., y muy cansado,
dolorido y asustado.
Que recuerdos... ¡Ese lugar,
ese sonido... ese ente!
¿Será del pasado, del futuro o del presente?
Todo es tan irreal... ¿Acaso he soñado?

Dolorido e inquieto


¡Ay!... ¿que es ese picorcete
que me incomoda el culete?
Será un eccema, una erupción…
o quizá un mosquito zumbón
que se introdujo en mi pijama
cuando yacía en la cama
preso de sueño, ¡que chupón!
¡A ver!, me toco y me toco y me noto
un bultito entre los pelos;
parece suave, está frío y huele a gas…
¡Pardiez! Vaya calambre, que descarga,
se me erizan los pelillos
de la cabeza, de las ingles
y en especial los del tras.

Con ansia


Tengo que ir al doctor,
a que vea este grano molesto
y que me lo extraiga presto,
pues no soporto el escozor.

El doctor, sorprendido


Es extraño y desconcertante
en la susodicha parte
le han colocado un implante.

Sobresaltado y aterrorizado


Ay que susto, que disgusto,
¿Como me las voy a arreglar
para hacer mis necesidades,
es decir... para cagar...
sin electrizarme al instante?

Esperanzado pero lleno de inquietud


Un hipnólogo descubrirá
que es lo que me ha ocurrido
¿Habré sido abducido
por un alien celestial?

El hipnólogo, con aire de suficiencia


En efecto, pobre amigo
tu has sido secuestrado
y a un OVNI transportado
contra tu voluntad.
A continuación te han inmovilizado,
muestras tuyas te han sacado
y por detrás te han analizado,
a la par que colocaban,
ese artilugio infernal.
De esa manera controlan
tu fisiología humana
¡Quien sabe con que intención!
Al no ser que te hayas topado
con un alien maricón.

Pasa el tiempo y nuestro amigo, ora resignado...


¡Que me ocurre, que me pasa!
Tengo extrañas sensaciones,
veo a través de esos portones
y veo por detrás, esto me rebasa.

ora ilusionado...


¿Será que esa presencia, esa entidad,
me ha conferido poderes
al colocarme el implante
y soy superhombre de verdad?

Impaciente y nervioso


Presto vaya yo a constatarlo;
pero, rediez, como lo compruebo
si cada vez que me muevo
¡Una sacudida me da!
Me llamarán el tío calambre
y a todo el mundo causaré risa

Ahora, decidido


He de contactar a toda prisa
con esa entidad sin igual ¡Oxal!
Para que me extraiga el implante.

Nueva plegaria e invocación


¡Oh, presencia! yo te convoco;
si no te presencias he de volverme loco;
pues entre calambre y sacudida
veo muchas cosas en esta vida
que me confunden, me perturban y me sonrojan
y las fuerzas se me aflojan.
Yo me deshidrato
y me funcionan mal mis órganos y aparatos.

El santón está enfadado e interviene...


¡Ah, pusilámine, ah, insensato!
Así me pagas tú, so ingrato
los poderes y el buen rato
que en mi nave has disfrutato.
Por mil galaxias te castigaré
y otro implante te pondré
en un sitio que yo me sé
y así por delante y por detrás te controlaré.

El pobre paria está confundido...


Yo ya no se si estoy triste o contento,
pues cada vez que hago cositas
me salen unas chispitas
y me ilumino, ¡que invento!
Causo admiración y estupor,
a veces me da pavor
el estar tan controlado,
abducido e implantado
¡Que espanto, que horror!

No se aguanta y se revela...


¡Vive Dios que voto a tal!
He de vengarme de Oxal;
pero no lograré tal intención
¡Oh! cuan vana ilusión,
si es un alien, y encima, ¡maricón!

Su mente se pone a trabajar...


He de pensar, analizar, meditar...
De pensar estoy cansado
y he de ir al excusado.
¡Cáspita!, cuando orino
¡Otra vez! yo me ilumino
y esta vez, ¡Oh! que rubor:
Produzco un intenso resplandor...

...y se hizo la luz


¡Eureka! Ya lo tengo
la iluminación me ha venido
¿De mi ingenio, del implante?
¡Que se yo, como habrá sido!

Ya no es plegaria, es casi una orden


¡Presénciate, oh presencia!
Preséntate cuanto antes;
impaciente he de comunicarte
un asunto importante
relativo a los implantes.

La entidad, un tanto irritada


Se presenta y se presencia
esta entidad, este ente
¡Que pesado es el terrestre!
¡Habla de una vez, oh, mortal!
¿Acaso los implantes te van mal?

El simple, expone sus razones...


¡Oh que sagaz, oh que agudeza!
En eso que has dicho ten certeza.
Están los tales tan colocados
que cuando yo me alivio, me ilumino,
me acalambro y me descargo
y a este paso yo me largo
con gran celeridad a la otra vida
y tu te quedas sin mortal, sin implantes,
ocioso y muy mohíno.

y lanza su órdago...


Yo te propongo, santón
que para evitar presenciarte
tantas veces ante mí
traslades estos ingenios
a otro paria por ahí.

Y... ¡sorpresa!, el alien se convence


En verdad tiene razón este cagueta,
pues de tanto presenciarme
mi energía va a mermar
y ya la fuerza no me va a acompañar
para controlar este planeta.
y medita, contrariado
Pero... un momento, pienso yo
este hombre es más simple que un protón
pero es presa fácil...¿o no?
fácil, si, pero más pelma que un cacamoscón
¿Y si todos los terrícolas son así?
me van a marear más que a un pirulí
y en lugar de ser Oxal, el aguerrido cacaente
me convertiré en el más traído y llevado presente
de nuestro universo existente.

y decidido, el ente opta por...


Es mejor una prudente retirada
de este planeta tan irritante.
Abandonaré, por ahora, lo del implante.
Tupedorrimal decidirá... más adelante.

Desenlace feliz


Y de esta forma tan banal
este terrestre simplón
se libró de ese alien molestón
que se presentaba como Oxal.