18 de mayo de 2009

APLAUSOS







No hay aplauso más bobalicón
que el que sale en la televisión.

A pesar de su simple uniformidad
se pueden clasificar sin dificultad:

Unos de los mas utilizados
son los de los concursos televisados:
En cualquier iniciativa del concursante
el público regala aplausos sonoros y abundantes
y hasta cuando aparece el presentador
se aplaude con cierto fervor.


Otros aplausos representativos
son los de las galas y espectáculos televisivos
aquí se aplaude al principio y al final
aunque el espectáculo produzca dolor estomacal
siempre hay un público entregado
que aplaude cualquier cosa entusiasmado.

También está al aplauso deportivo
menos generoso que el televisivo
y el más hortera e irritante
en las tertulias del corazón es abundante.

Con esta moda aplaudidora
en la tele se ESCUCHARÁN las palmas a cualquier hora:
Ya no solo en concursos, tertulias y espectáculos varios
sino en los anuncios y hasta en los telediarios
y así las noticias del día
se asimilarán con más entusiasmo y alegría.

Probablemete el público aplaudidor
es remunerado por su sonora labor
y de esta forma ambienta los espacios televisivos a cada instante
ya que frecuentemente inducen a un sueño gratificante
y la sonora irrupción de este publico bienhechor
despierta al paciente y somnoliento espectador.

De todas formas los aplausos más furibundos e incondicionales
se dan en los mitines políticos de campañas electorales;
y los más inoportunos y molestos
en los musicoclásicos conciertos.