30 de junio de 2011

LAS SIESTAS DE PEPIÑO




Las costumbres españolas son de enorme riqueza y diversidad
como lo es su cultura y su geografía
una de ellas destaca por su arraigo y utilidad
y es reparadora de nuestra fisiología.

Me refiero a la españolísima siesta
que en nuestra nación
se practica incluso con devoción
incluso más allá de la romana hora sexta.

Cualquier persona pero más el macho hispano
después de, por lo general, una abundante comida
hace uso de tan sana costumbre, y más en verano
pues el sopor
es más intenso con el calor
y como diría Don Camilo, nuestro novelista genial
hasta se practica “con pijama, Padrenuestro y orinal”.

Y como muestra de lo escrito anteriormente
nada más gráfico, ejemplar y contundente
que el sujeto de la foto aquí presente
que, cuan bebé, dormita plácidamente.

Parece que en un sillón está sentado
de ¿un lugar púbico?, hay otro a su lado
y el individuo viste bien y trajeado
a ver, a ver, ¡si es Don José Blanco, ministro socialista y diputado!
y ha escogido ¡el Congreso! como un marco adecuado
para echarse un sueñecito, ¿será que está cansado
de sus variados servicios al partido?
mas bien parece una siestecita porque esté aburrido
por el discurso de algún parlamentario ¿Rajoy… Zapatero? que no ha soportado.
 Y  así nuestro Pepiño dormita como recién nacido
sin reparar en ese fotógrafo entrometido
que con descaro y audacia su plácido estado ha inmortalizado.

¡Ay, Pepiño, Pepiño! que de la siesta no has captado el conceto
Y como te hayan visto te van a faltar más al respeto
que tu alto cargo merece, es evidente
y que con tu ejemplo indolente
dejas en mal lugar, por imprudente
a tus compañeros de tan respetado Ente.
Aunque no ha sido, ni será la primera vez
que alguna de sus Señorías se duerme con esa placidez.

La segunda siesta de Pepiño.... que se sepa 


Y, he aquí que nuestro Pepiño es reincidente
será que es una forma que él tiene de demostrar
que en este gobierno moribundo ya no puede aguantar
o... ¿tendrá la culpa el PP de que se duerma tan plácidamente?