1 de mayo de 2014

PANIAGUADOS AL PODER






Soy un paniaguado

y de manera sólida aunque coyuntural

estoy convenientemente enchufado

me he ganado el cargo que no está nada mal.



Me he entregado al partido

múltiples cafés a los jefes he servido

y a base de servilismo, empeño y tesón

y siempre con la debida sumisión

vivo con la satisfacción

de dar a toda mi familia colocación.



Acudo de forma puntual

al mitin y a la reunión

a la asamblea y a la concentración

y aplaudo con entusiasmo sin igual.



 Las ocurrencias de mi superior

aunque a veces no las comparto

las alabo con ardor

y de ellas nunca me harto.



En mi puesto de asesor

aconsejo y recomiendo

aunque muchas veces yo no entiendo

si lo hago mejor o peor.



Y cuando llegan las elecciones

realizo todo tipo de acciones

coloco pegatinas en muros y paredones

reparto propaganda en todos los buzones

hago bulto y aplaudo en mítines y convenciones

 y a los jefes, genuflexiones,

reverencias, palmaditas, inclinaciones…

siempre estrecho lazos

y doy falsos abrazos.



Soy servil y baboso con mi superior

y tirano y déspota con mi inferior.


En todo tipo de actos y reuniones

congresos y celebraciones

visitas, encuentros, jornadas

salidas, entradas y paradas,

luzco una corbata vistosa y colorida

que escojo de mi espléndida colección

que con gran empeño y tesón

he ido aumentando a lo largo de esta mi sierva vida.


Y si el jefe en plena campaña electoral

baja al ruedo y va descamisado

yo, como soy muy disciplinado

tiro la corbata y me descamiso igual.



Soy lacayo, soy secuaz

soy esbirro, sumiso y pertinaz

marrullero, mamandurrio y trepador sagaz

los deseos de mi jefe son órdenes para mi

y siempre a todo le digo que si.



El aplauso es mi lema

la sumisión mi estandarte

el ser servil es para mí un arte

y “peloteo” sin problema

y a la hora de votar

voto y voto sin parar.