3 de mayo de 2015

AÑO MUY ELECTORAL





En este año 2015 que nos ha tocado vivir
al menos, a dos votaciones podemos ir
una, a finales de mayo, autonómica y municipal
y otra, a final de año, que será más general.

Nuestros políticos se están “poniendo las pilas”
están ya tensos y reorganizan sus filas
tienen que “luchar” contra el paro y contra su corrupción
ellos no se han recortado como el resto de la nación

y el electorado no es tan tonto como a ellos les pudiera parecer
y la única arma que tienen para controlar su gestión,
el voto que en la urna pueden meter
puede y debe ser de castigo para tanto “chorizo” y ladrón.

Sobran políticos y toda su corte de “enchufados”
todos llenos de prebendas y bien colocados.

Esto solo se corrige si se cambia este sistema
que permite una carrera política muy golosa
y que se puede resumir en el siguiente lema
“Mi vocación política es poderosa,
sustanciosa y, para mí, beneficiosa”.


Hago una propuesta política a continuación,
quizás utópica, pero innovadora, para el gobierno de la nación: 


La tan jugosa carrera debe ser un servicio a la comunidad,
no servirse de la política para su prosperidad,
y un servicio transitorio, que se hace a la nación
con un único buen sueldo y después a la anterior colocación.

 Seguro que con estas condiciones,
caen en picado las políticas vocaciones...

 Habría que hacer una rigurosa selección
de profesionales preparados para tan, ahora, sacrificada misión,

y como los candidatos serían, más bien, insuficientes,
un comité obligaría a entrar en concurso oposición
a los ciudadanos que tengan estudios y preparación
para ser políticos eficaces y competentes
haciendo un sondeo previo entre la población.

Con tal sistema se acabaría la partidocracia
pues  para gobernar, los partidos de la actual democracia
no se necesitan; en su lugar, verbigracia:

Se requieren profesionales íntegros, honorables
trabajadores, eficaces, capaces, respetables
no mentes mediocres sino brillantes
gente buena, no maleantes...

Se acabarían las campañas electorales
en las que gastan dinero a raudales...
Incluso no haría falta la votación
pues el gobierno de la nación
dependería de los tribunales
que por concurso oposición
elegirían a los adecuados profesionales.
Y para elegir a los comités o tribunales
un programa de ordenador escogería
con una aséptica pero adecuada garantía
entre la población, los más cabales.

Bien es verdad que este sistema innovador
puede ser meditado y detallado para que funcione mejor.